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Hay que cuidar a los hijos de Lázaro Báez - Inventar denuncias - Apretar a jueces








Por Armando Maronese   *
 
Hay que acordarse de lo que le pasó a Menem con su hijo. Hay que acordarse de lo que les pasó a médicos  y otros testigos,  referente  al magnicidio de Néstor Kirchner. Hay que recordar lo que les pasó a personas que por h o por b, estuvieron involucradas en el caso Nisman y a él mismo, que murió asesinado. Otra cosa para recordar, es el caso de aquella muchacha que en una Facultad de los EE.UU. le preguntó algo peligroso a CFK y con el tiempo la mataron; si mal no recuerdo la atropelló un automóvil.
 
El día 04 de este mes, tras pedir el juicio oral para Cristina Fernández de Kirchner en dólar futuro, la AFA destituyó al fiscal Pleé. El fiscal Raúl Pleé fue suspendido y destituido este viernes (05/3) como presidente del Tribunal de Ética de la AFA por “incompatibilidad de cargos” ya que sigue siendo socio activo de Boca Juniors y ocupa un cargo en su Comisión Asesora. El jueves (04/3) había pedido el juicio oral por la causa dólar futuro donde está procesada la vice presidentE Cristina Kirchner.
 
Por eso, hay que poner atención y cuidar mucho a los hijos de Lázaro Báez. Por ejemplo que no se resbalen en la cárcel, que no se ahorquen en sus celdas…, en fin, hasta que no los pise un auto”. Parte de esto, lo advirtió Patricia Bullrich..
 
La presidentE del Consejo Nacional del PRO, Patricia Bullrich, dijo que “hay que cuidar a los hijos de (el empresario) Lázaro Báez”, ya que advirtió que “les puede pasar cualquier cosa” tras haber sido condenados en la causa denominada “la ruta del dinero K”.
 
“Hay que cuidar a los hijos de Lázaro Báez, porque les puede pasar cualquier cosa. Hay que tener mucho cuidado”, sostuvo la ex ministra de Seguridad. En diálogo con "Alguien tiene que decirlo", el programa que conduce Eduardo Feinmann en Radio Rivadavia, justificó su advertencia sobre la seguridad de los hijos del fundador de Austral Construcciones, Martín, Melina y Luciana Báez.
 
“Han dicho cosas muy claras, han apuntado a la familia de la vice presidentE y a ella misma. Martín Báez dijo: ‘Miren para arriba, porque si acá hay lavado de dinero, antes hay otro delito'”, remarcó la referente opositora e insistió: “Con estas ‘pastillitas’ que han largado los hijos de Báez…, ellos saben que esto es así y lo están anunciando. Entonces, que no se resbalen en la cárcel, que cuando salgan de su casa los pise un auto. Hay que tener mucho cuidado con gente que ellos saben que tienen información”. Además, lamentó la situación de los hijos de Lázaro Báez y consideró que “es terrible que un padre meta a sus hijos en la delincuencia”.
 
Por otra parte, Patricia Bullrich también rechazó el alegato de la vice presidentE, Cristina Fernández de Kirchner, en la causa dólar futuro. “Fue un acto claro de extorsión y apriete. Amenazando con nombre y apellido a jueces y fiscales”, indicó la ex diputada nacional, quien apunto contra la “agresividad, violencia y extorsión” de la titular del Senado. Y concluyó: “Para mí cabe la figura de la inhabilidad moral. Se ve la desesperación del fracaso”.
 
Y la verdad que fue extorsión y apriete. Cristina Fernández de Kirchner ya se mentalizó y se cree una “diosa”. Que ella tiene el inmenso poder (que hasta ahora lo tuvo) de hacer y deshacer lo que se le venga en ganas. Guay de aquel que le diga que está equivocada en algo. No acepta absolutamente nada porque cree que nadie sabe más que ella. Hay que recordar esas grabaciónes donde esa mujer le dice a su lacayo Oscar Parrili: “Me calienta que seas tan pelotudo”, “Oscar, soy yo, Cristina, pelotudo” y para no hacerlo largo va uno de los últimos; “Ella le dice a Parrilli: Hay que inventar denuncias y hay que apretar a los jueces”.

 
 
Hasta en el hablar desmiente a la Real Academia Española. Ella quiere a toda costa crear un lenguaje propio y que todos lo adopten. Hasta le llamó le llamó la atención, cierto día no hace tanto, a un Diputado porque la llamó señora presidente. Le dijo que le tenía que decir “presidenta” y se lo repitió varias veces y lo señalaba moviendo su dedo como en señal de amenaza.
 
Esa señora vice presidentE, destruye todo lo que se interponga en su camino y, en estos momentos, tiene como Presidente a un títere que lo maneja a su gusto y como quiere. Si hasta le hizo y firmó lo que leyó el Presidente en la inauguración de las sesiones del Senado hace unos días.
 
Ella vino, a partir de cuando asumió en su actual cargo, a terminar el trabajo sucio que comenzó a llevar a cabo en el año 2013. Recuerdo cuando dijo: “Ahora vamos por todo”. Con mucho descaro. Da la impresión…, es más…,  una convicción, que la historia se repetirá dos veces.
 
En el día jueves, cuatro de marzo- en su charla dirigida a los miembros de la Corte Suprema y jueces, se veían sus ojos llenos de ira, su rostro tenso pese al botox que debe tener puesto en las mejillas, vociferaba, gesticulaba y exageraba, como siempre lo hizo prepotentemente. Hasta con sus brazos habla y parecen un ventilador. Sabe perfectamente bien esconder sus propias miserias a fuerza de sobreactuar.
 
No es inteligente pero juega con su viveza.  Una persona inteligente jamás estaría atravesando los inconvenientes judiciales que transita la vice presidentE. Y hay una diferencia abismal entre una cosa y la otra: Vivo es aquel que sabe salir de los problemas en los que el inteligente no se hubiera metido. Amedrenta a quienes la complican judicialmente o de otro modo. Su forma de hablar, de gesticular, las posturas de su cuerpo sentada, el hecho de señalar con el dedo a la persona a la que le habla…, todo ello confluye en una misma estrategia. Es pura actuación nada más, para no tener que responder absolutamente nada.
 
No hay que olvidar su viejo truco del todo y el contenido. Debe prestarse atención a cada término que utiliza, incluso a cada silencio porque lo que dice, anticipa sus próximas jugadas políticas.
 
“Tenemos que hacer una profunda democratización de la justicia”, redactó en su cuenta de Twitter el 4 de marzo de 2013. Es lo que intenta hacer ahora mismo. Primero, desde lo discursivo; luego, desde los hechos. Nótese que en su breve oración Cristina K refiere a una “profunda democratización”, lo cual implica dos cuestiones: primero, que los cambios que intenta hacer no son superficiales sino de raíz; segundo, que considera que el Poder Judicial no es democrático.

Es una persona cínica, sin dotes de actriz y atacando en vez de defenderse. La vice presidentE, ex presidentE multi-procesada y jefe de una banda de ladrones, no es ni buena oradora, ni buena actriz y mucho menos una buena política ni mejor persona. 
 
Ha sido y es una cínica empedernida, una mitómana de mirada obtusa, autoritaria e inflexible que pretendió venderse con el carisma de una dama de hierro, pero para lograr ese calificativo, debería, no sólo mostrarse dura y rabiosa cuando le ponen un micrófono cerca, sino haber sido moralmente intachable, éticamente honesta y para nada corrupta e indecente mientras ejerció aquellos dos gobiernos para el olvido. 
 
Como no tiene ninguna de esas condiciones, sino por el contrario, una docena de causas por haberse quedado con los dineros de los argentinos, lejos de la rectitud que pretende mostrar públicamente, refleja una impostura absurda de alguien que habla de un mundo paralelo inexistente, en vez de dedicarle aunque sea una parte de sus dichos, a la realidad que nos circunda a todos los argentinos. Esa falsa imagen que trata de mostrar, la transforma en un sujeto de poca credibilidad, rayano en el ridículo, que habla para escucharse y no se escucha cuando habla; ni siquiera reflexiona sobre lo que dice.
 
Sistemáticamente, cada vez que estuvo en el banco de los acusados, frente a un Tribunal, nunca se defendió con argumentos que invaliden las pruebas existentes contra ella, sino haciendo un interminable alegato destinado a atacar a los jueces, a Macri y al periodismo, pero sin una gota de defensa legal, solo política, lo cual no le sirve a nadie, ni siquiera a ella.
 
Acostumbrada a la actuación, a la escenificación de sus discursos, pidió que sea televisada desde su despacho, sencillamente porque una vez más, la viuda de Kirchner asumió que ésta causa que enfrenta, es la más liviana en materia penal, porque se trata de un asunto “de Estado” y de manejo financiero de un gobierno lo cual puede ser encuadrado en aspectos de decisión institucional, aunque en materia de “fuga de dólares”, Mauricio Macri también está denunciado y paradójicamente, quien fugó millones en ese periodo, fue la propia ex presidentE, quien refugió su multimillonaria billetera en la divisa extranjera, al punto que en la caja de seguridad de su hija Florencia, se encontraron 5 millones de esa moneda.
 
La vicepresidentE escenificó su pieza teatral, actuando desde su oficina en el senado, algo realmente ridículo y moralmente reprochable porque se trataba de un acto judicial y sin siquiera preservar su investidura, sino más bien usarla en su beneficio, con la bandera Argentina atrás, la cámara enfrente a la altura de sus ojos y bien de frente, de manera ampulosa, levantando el dedo acusador  y ridículamente exagerada, la mujer no dio un solo argumento legal válido para contrarrestar las acusaciones, sino, se dedicó a infundir miedo entre los jueces, desesperada porque no ha logrado hasta hoy, sellar la impunidad de sus causas y la del coro de ladrones que la acompañaron por 12 años.
 
Ella no reconoce pares y su actitud no es improvisada; ella se cree asimismo la suma de todos los poderes, se cree única y monárquica. No considera a nadie por sobre si misma, ni siquiera a los jueces y a la Corte Suprema. En su discurso político, más allá de lo inescuchable que resultan sus mensajes, hubo una carga de odio y resentimiento contenido por casi 5 años, donde se mantuvo expectante y al margen de la intervención, excepto aquel lamentable acto por parte de los jueces del Tribunal donde, como en este caso, se dedicó a maltratarlos en público, sin que algunos de ellos hayan tenido la hombría y la autoridad de hacerla desalojar de la sala.
 
Resumiendo, la actitud de la vicepresidente en su última intervención es una acción desesperada de quien a un año y medio de gestión, no ha podido aún lograr la impunidad total y ve que hay muchos jueces dispuestos a trabajar a pesar de los nubarrones que genera este gobierno de corruptos. Está claro que ya no le tienen miedo, como ella preferiría y más aún, su postura improcedente y desbordada ya no asusta a nadie, sino que, enerva los ánimos y une a Comodoro Py.
 
El apuro de CFK es proceder ante la posibilidad de que el Congreso cambie su relación de fuerzas en octubre. Su mensaje fue hacia el centro duro de sus seguidores. Aplastó al presidente y se puso la corona torcida, pero aun así arremete a lo Pirro y lo seguirá haciendo contra sus tres blancos elegidos: los jueces, la oposición política y el periodismo no adicto.
 
La carta para hacer realidad sus sueños de impunidad, estará en manos de la sociedad en las elecciones de medio tiempo. Allí si el país decide balancear o cambiar la relación de fuerza, comenzará a definirse el destino de la República, entre creer que todo podrá reconstruirse para soñar con un futuro mejor o padecer el hundimiento final de la democracia argentina en manos de personas como ésta, que son lunares malignos de la política nacional que deben ser saneados con su expulsión total y definitiva de cualquier nicho de poder, y la conformación de los tribunales que con todas las garantías procesales, juzguen sus deleznables actos de corrupción que pone a la Argentina en el ranking de lo peor en materia institucional en el mundo y donde una condena ejemplar sería el inicio de un nuevo comienzo para nuestra propia reconstrucción.
 
Al final de cuentas es una mísera mujer, que pienso no debe salir nunca sola a la calle por miedo a la gente. También pienso que su vida privada debe ser un calvario, terriblemente en soledad.
 
Por Armando Maronese
D, 07/03/2021 – 03:31 am
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