¿Los persiguen por patriotas o por patota?
Por Rubén Lasagno *
Esta vez fue un acto fallido del gobierno y desde Alberto Fernández para abajo, no pueden culpar a la oposición, a los medios, a los trolls o a los alienígenas que discuten al kirchnerismo, de ser los responsables de este extraordinario autorretrato, tal como ocurre con esta facción política en nuestra destruida argentina cada vez que la realidad les juega en contra.
Un acto fallido, también llamada parapraxias, es aquel acto donde subyace una lectura diferente o contraria a la intención primaria del mensaje consciente del sujeto que comunica. Son fallos del discurso, las acciones, la memoria, lectura o escritura donde ya Sigmund Freud, en el contexto psicológico, lo reveló como “una interferencia de la parte inconsciente de la mente en el comportamiento manifiesto”.
El poster armado por el kirchnerismo/peronismo, para defender a los delincuentes políticos K, es realmente un acto fallido; el más evidente, claro y concreto mensaje de que la Argentina está gobernada por delincuentes comunes, corruptos y chorros de guantes blanco.
Primero la Jefa
Hasta la composición fotográfica parece haber estado en manos de un opositor K. Colocar a Cristina Fernández en “posición Evita”, mirando lejos, sonriendo y con la mano en el corazón, incluye varias lecturas connotativas: “Acá estamos”, “Éstos son los míos”, “Ellos y yo”, “Somos todos para uno y uno para todos” y así podríamos seguir en el plano interpretativo de esta imagen posdatada por su ubicación relevante: la señora en primer plano contrapicado frente a su rebaño, glorificando su papel de jefa espiritual, técnica y procesal; en definitiva, la Jefa de la Banda.
Pero hay datos más jugosos. Si alguien quería enterrar definitivamente a CFK en el oleaje abrumador de la orgía de delincuencia estatal en la década pasada, solo tenía que rodear su imagen con los impresentables que coronan a la reina en esta foto compuesta, como si se tratara de un cuadro de futbol donde hay exactamente 11 jugadores de fondo y el Nº 12 es la DT del equipo.
Realmente el Instituto Patria - La Cámpora -, Cristina K o el propio presidente, tendrían que echar de una patada a quien manejó el photoshop en contra de “la orga”, exponiendo a la risa y a la crítica a la jefa de la banda, que haber construido un mensaje contundente y políticamente correcto. El diagramador de esta imagen, realmente, debería ser echado por opositor. Sin embargo, nada de esto habría salido a la luz sin la aprobación de la jefa; y ahí se aclara todo: “Cristina lo hizo”.
La gráfica K
El kirchnerismo/cristinismo intenta imponer un léxico propio, que obviamente es aceptado solo por aquellos afines al gobierno nacional. De hecho nadie escribe con errores de ortografía, solo porque a Cristina se le ocurra imponer un supuesto “lenguaje inclusivo” que es una patética forma de distorsionar el idioma español con estúpidos fines partidarios, incurriendo en graves faltas de ortografías que finalmente terminan por desnaturalizar el significado de cada palabra y el sentido de las oraciones que forman.
Fuera de esas pavadas ideológicas inventadas para dejarlas como un mal sello K en la cultura nacional, la gráfica utilizada por los diseñadores es maravillosamente contrapuesta a la realidad.
Primero, llaman “Patriotas” a los delincuentes arrasados por causas judiciales, tan abundantes en pruebas del robo sistemático a la nación, que ni siquiera el kirchnerismo con el descaro que los identifica, puede ocultar.
Llamar “Patriota” a una banda de forajidos como la que allí se muestra es un oximorón. Más aún cuando se incluyen a tres que, al menos con las pruebas fácticas existentes, han incurrido en Traición a la Patria. Nos referimos a CFK, D´Elía y Esteche.
Si vamos más allá y hacemos un juego de palabras, teniendo en cuenta los nombres de los actores y que todos, sin excepción, están condenados, procesados, presos o imputados de delitos contra el Estado Nacional, por corrupción en la década afanada, podríamos leer en vez de que los persiguen por “Por Patriotas”, que los persiguen “Por Patota”.
Pero quizás lo más relevante, es el sincericidio del texto destacado que tiene el cartel: “Las cárceles no son para los compañeros”. Directo y sin eufemismos; de acuerdo a la interpretación kirchneristas de la justicia, ellos, aún realizando los más atroces robos al Estado y crímenes de toda laya, no deben sufrir la cárcel, porque son una casta eximida de cumplir pena alguna, aún para quienes son corruptos y ladrones.
Este curioso enunciado se emparenta o complementa con el viejo apotegma de Juan Domingo Perón, en una verdadera práctica fascista de la época, cuando dijo “Al amigo todo, a los enemigos ni justicia”.
El panfleto de la patota K es toda una alegoría a los dichos del nazi nacionalista general de los años 40/50, solo que fuera de tiempo y lugar, quedando como una ridícula expresión corporativa de un puñado de facinerosos desesperados por estar en libertad a pesar de los delitos cometidos al amparo del poder del cual fueron parte durante 12 años ininterrumpidos de corrupción institucionalizada, donde el dinero del pueblo circulaba en bolsos por el país, se ensilaban en cajas fuertes, contenedores enterrados, paredes de doble fondo y cruzaban los cielos en la flota presidencial.
El ícono de aquella banda es (no el único) Armando Boudou a quien 15 jueces incluyendo la Corte Suprema de Justicia en su conjunto, hallaron culpable y condenaron a más de 5 años por quedarse con la máquina de hacer dinero, delito elucubrado y planificado en la época de Néstor Kirchner, continuada por Cristina K a su muerte, quien no dudó en forzar una estatización ilegal de Ciccone, para salvar las pilchas de su vicepresidente; a este mismo, hoy CFK lo califica de “Patriota”.
El otro flanco es ocupado por Julio de Vido, de quien no necesitamos presentación por haber sido el artífice de los actos de corrupción más escandalosos del mundo, en un gobierno democrático, concentrando la obra pública (entre otros fondos) en manos de los amigos testaferros del poder.
Allí está la plata que hoy nos falta a todos los argentinos. Y ellos, volviendo mejores descarados que antes, pretenden armar sin sutilezas ni decoro, una defensa irrestricta de delincuentes confesos, pretendidamente tras la pátina de la persecución política, sin que allí estén todos en esa imagen patética y ridícula; muchos de ellos como López, Báez, Clarens, Manzanares, Cristóbal y De Souza, Milani, Baratta, Minicelli, Llorenz, Olazagasti, Osuna, Nivello, Uberti, Oyarbide, Álvarez, Sosa, Barreiro, Copetti, Máximo, Sancho, Parrilli, Periotti, Villafañe, Garro, Pavessi, Férgola, Kreplac, Alicia Kirchner, faltan en la foto, solo por mencionar algunos de los más de 150 involucrados directos en causas de corrupción K que no forman parte de esta cartelera estelar.
Los Doce del patíbulo
En la fotografía compuesta por el Instituto Patria se ven doce sujetos. Como aquella vieja película de los años ´60 que dirigió Robert Aldrich; éstos del poster de La Cámpora son 12 presidiarios, pero que no fueron convocados para hacer una misión suicida, sino para salvarse de estar presos. Vamos a ver quiénes son y cómo juega su “ficha limpia” o sus “antecedentes penales”:
Cristina Fernández: Ex presidente, actual vicepresidente. No podemos enumerar aquí la cantidad de delitos cometidos y las causas en las que está imputada. Con once o doce procesos judiciales, su vuelta a la presidencia fue motivada por un solo propósito: lograr la anulación de todas las causas en su contra.
Amado Boudou: Con prisión domiciliaria por decisión de la Justicia K. Fue vicepresidente en la presidencia de Cristina Fernández. Involucrado en la Causa Ciccone. Condenado Amado Boudou a 5 años y 10 meses de prisión. También el ex asesor de la AFIP Rafael Resnick Brenner, el ex jefe de asesores del ministro de Economía Guido Forcieri y procesado el ex titular de la AFIP (hoy en la AFIP), Ricardo Echegaray.
Julio De Vido: liberado por “la Justicia K”. está incurso en las causas Skanka por fraude al estado y cohecho en la ampliación del gasoducto del norte junto a José López y el ex titular de Nación Fideicomisos, Néstor Ulloa.
Responsable principal en la causa Tragedia de Once, donde murieron 52 argentinos. De Vido condenado a 5 años y 8 meses de prisión es parte de la patota junto a los ex secretarios de Transporte K Ricardo Jaime (8 años) y Juan Pablo Schiavi, todos en la foto de CFK.
De Vido es el principal articulador, recaudador en la denominada causa de los Cuadernos de la corrupción, que Cristina está muy preocupada por demoler junto a Máximo, a Sergio Mássa y al presidente Fernández, entre otros. Junto a De Vido se confirmaron los procesamientos de la ex presidente Cristina Kirchner como jefe de una asociación ilícita y cohecho junto con su ex ministro de planificación; José López, Roberto Baratta, Nestor Lazarte (ex secretario privado de Baratta), Fabián García Ramón (ex director de Energías Renovables), Hernán Camilo Gómez (funcionario de Baratta), Rafael Enrique Llorens (ex secretario Legal de Planificación), José María Olazagasti (ex secretario privado de De Vido), Jorge Mayoral (ex secretario de Energía) y Germán Nivello y procesados: Oscar Parrilli (ex secretario General de la Presidencia), Hugo Larraburu (coordinador de la jefatura de gabinete), Claudio Uberti (ex titular del OCCOVI), Juan Manuel Abal Medina (ex jefe de Gabinete), Oscar Thomas (ex titular de Yacyretá), Norberto Oyarbide (ex juez federal cercano a los K), Javier Fernández (auditor general de la nación y ex operador judicial K), Hernán del Río (ex chofer de Olazagasti) y Walter Fagyas (ex titular de ENARSA), Julio Alvarez, Roberto Sosa, Ricardo Barreiro y Raúl Copetti (ex tesorero del FPV). Ninguno de ellos participa en la selección de la Patota K que muestra el poster de La Cámpora.
Fernando Esteche: cumpliendo prisión preventiva en la causa “Memorandum con irán”, este militante K, ex quebracho, mano de obra desocupada del krichnerismo en la década pasada, incurso en el delito de Traición a la Patria, cobró un millón de pesos que nos sacaron a todos los argentinos de parte de la Facultad de Periodismo y Comunicación de la Universidad Nacional de La Plata mientras estuvo preso.
Esteche cobró su salario como profesor titular de dedicación exclusiva, incluso figurando en actividad, durante todo 2018 y parte de 2019, mientras estaba judicializado y no concurría a la casa de altos estudios.
Milagro Sala: Procesada en 15 causas que van desde la estafa por 700 millones de pesos, el desfalco, el acampe, aprietes, amenazas y acciones de violencia.
Luis D´Elía: Condenado por “atentado contra la autoridad, privación ilegal de la libertad y usurpación”, entre otros delitos, por haber irrumpido el 26 de junio de 2004 en la comisaría 24 del barrio porteño de La Boca. En el Memorandum con Iran firmado por CFK, está acusado de haber participado en el tráfico de información y fue acusado de Traición a la Patria, causa que no prosperó.
Ricardo Jaime: Preso, auto confesado corrupto. Está sentenciado a 6 años de prisión por la tragedia de Once. Condenado por recibir dádivas cuando empresarios de la Terminal de Retiro le pagaban el alquiler de su departamento. Acusado de robo de pruebas; Causa por el Belgrano Cargas; acusaciones por enriquecimiento ilícito, por subsidios truchos y el uso de autos oficiales para negocios particulares.
Roberto Baratta: Mano derecha de Julio De Vido, enviado a prisión por la causa Río Turbio y excarcelado por este gobierno. Vive con tobillera en una mansión del country Mapuche de Pilar, con una casa de 295 metros cuadrados y pileta de natación de 49 m2. Dejó la cárcel por decisión política.
Omar “el caballo” Suarez: condenado por estafa al quedarse con dinero del sindicato de puertos que lideraba. Fue a prisión y durante este gobierno, pudo salir de la cárcel.
El Pata Medina: Detenido por el delito de asociación ilícita y lavado de dinero, que se tramita ante los tribunales federales de Quilmes. La causa que se le inició a Medina es por “coacción agravada y compulsión a la huelga”. Fue sacado de la cárcel durante este gobierno.
Sergio Claudio Cirigliano: Condenado a 7 años de prisión por asociación ilícita y cohecho por subsidios irregulares a transporte público y ferroviario, abierta a partir del caso cuadernos de la corrupción y por responsabilidad en la Tragedia de Once.
Por Rubén Lasagno (Ag. OPI Santa Cruz)
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